--> "2 de mayo de 1982" (Capítulo 18 del libro "Los elefantes del apocalipsis" de Daniel Leto) 15:50 hs. No puedo pensar. El ruido de las olas rompiendo sobre la proa llega hasta mi camarote. Lo único que se escucha. El resto es silencio. Me incorporo en la litera rústica. ¿Qué estoy haciendo yo allí?. Miro mi ropa. La siento extraña. Otra vez esa sensación rara de transformarme en un inmigrante del tiempo. Me asomo al ojo de buey. El mar. El mar. El mar. Me mareo. Tomo mi gorra, leo la inscripción: C.G.Belgrano. Miro mi reloj... 15:55 hs. Salgo tropezando con un jarro de aluminio tirado en el piso. Me abalanzo al pasillo. Transpiro. Me agito. Corro. Me agito. Palpito. Me agito. Jadeo. Llego a cubierta. Niebla, viento helado. El movimiento del crucero es tan violento como las olas. Ya no transpiro. Me paralizo con esa lengua líquida que aparece como un fantasma grisáceo por sobre la baranda de cubi
El Carnaval de Juanito Laguna (Antonio Berni) El otro carnaval de Juanito Laguna Dedicado a todos los que admiraron el óleo sobre tela de Antonio Berni “ El Carnaval de Juanito Laguna” , y a quienes no… para que lo hagan. No era lo que él creía. Se acercó a la esquina y asomó su carita apenas sucia de hollín oloroso a leña. Lo primero que le llamó la atención fueron las luces en hilera (multicolores puntos que a medida se acercaba se transformaban en gordas lamparitas disfrazadas). Él tenía todo de antes en su cabeza: La muerte vestida de rojo, portando la guadaña, la chancha tetona con el vestido de fiesta, el pequeño esqueleto pidiendo limosna con un tarrito y el yo-yo colgado de su cuello como un estetoscopio (ese era él, algún día lo pintaría en un cuadro), el viejo bigotudo montando un caballito de madera, el gato que vaya a saber si tení
Capítulo XX de la novela "Los elefantes del apocalipsis" --> --> Cualquier lugar - 10 de junio de 1978 - ¡Levantate anteojudo puto! ¡Levantate te digo! ¡Dale conchudo que tengo que ver el partido! Le dolía todo el cuerpo. ¿El cuerpo? ¿Qué cuerpo? Si ya no le quedaba nada que se pareciese a un cuerpo. Los testículos ya ni los sentía. Si no tuviera tanto dolor se reiría pensando en qué prácticos son algunos para hacer huevos fritos. ¿Quién se queja? ¡Quién se queja carajo! ¡No se quejen más, ya no los aguanto! A mí también me duele todo. ¡Laura,Laura! ¿Me escuchás? ¿Como te sentís?. ¿Tenés contracciones? ¡Pará che, pará te digo milico hijo de mil putas! ¡Cortala o me cago acá delante y vas a tener que comer esa basura que llamás comida con el olor a mi mierda! ¡Laura contestame carajo! ¡Desenchufá esa mierda la concha de tu hermana! ¡No te das cuenta que ya no tengo huevos! ¡Que querés que te diga, si ya te conté hasta como se llamaba mi p
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