Pater Noster (programa del día 17 de junio de 2012)
“Mas ahora, oh SEÑOR, tú eres nuestro Padre, nosotros el barro, y tú nuestro alfarero; obra de tus manos somos todos nosotros”. (Isaías 64:8 ) Quienes estamos sobre esta bendita tierra, podemos coincidir que los momentos sagrados del ser humano se reducen a pocos momentos de nuestra vida. Claro está que cada uno de nosotros lo situamos en distintos hechos que signan la misma. El nacimiento de un hijo, nos pone a prueba sobre la proyección de nosotros mismos en nuestras células replicadas, compartiendo con otras, las de quien lo engendrará, la conformación de un ser que llevará la mitad de nuestra genética. Que significa decir también la mitad de nuestras dudas, nuestras vivencias pasadas y la maravillosa noción de supervivencia y procreación. Podríamos inferir entonces, que ser Padre, encierra primigeniamente la noción de compartir ese privilegio, ya que biológicamente, por lo menos en la especie humana, es imposible que no sea así. Sentirse Padre, convengamos